Todos los primeros viernes de cada mes acudía a Madrid para visitar a unos clientes, era la excusa que empleaba desde hacía nueve años Marcial Matamoros para escapar de la rutina de su matrimonio y mantener la imagen de perfecto esposo, padre e intachable hombre de negocios. No podía ser menos de alguien nacido en una cuna de abolengo de una ciudad provinciana como Jaén, donde todo el mundo se conoce.
Sin embargo, ese viernes decidió probar nuevas sensaciones, aunque no apreciaba los cambios era un hombre de costumbres férreas. El cambio fue obligado porque Ivana, una dulce rusa cuarentona, se marchó a su tierra harta de ser meretriz y tras haber ahorrado lo suficiente para abrir un pequeño negocio en su país. Al llegar a Madrid compró el Diario ABC y lo leyó sentado en una terraza del Paseo de la Castellana, le llamó la atención un anuncio de contactos que decía: “Jovencitas universitarias, no profesionales, espectaculares, mínimo 400 €.”
Marcial Matamoros sintió curiosidad, pensó que por ese precio las chicas debían hacer diabluras, no perdió el tiempo y llamó. Una voz joven con el acento cálido del sur le atendió, la citó en una hora en el Hostal de los Gatos cerca de
- ¡Papá! ¿Qué haces aquí?
La muchacha estaba sorprendida, un color rojo intenso invadió su cara a la vez que la sangre de Marcial dejó de circular. Al cabo de unos segundos interminables el padre dijo con la voz casi apagada:
- ¿Y tú, no estabas en la facultad estudiando, qué haces aquí?- Intentó recuperar un poco de autoridad en
- Yo te he preguntado antes, papá.
- ¡Carmina, no estoy para tonterías! Te recuerdo que soy tu padre. ¡Contesta!- El padre pasó de la desorientación al enfado.
- Pues yo venía a ver a una compañera que ha tenido que dejar el piso, - ella miraba al suelo - se ha mudado provisionalmente a… ¿Y tú qué haces aquí?
- Tú te crees que soy tonto. Te he seguido porque, por casualidad, te vi entrar en el hostal. Salgamos de aquí.
Hasta que llegaron a la calle nadie habló.
- El sábado te vas a Jaén con todas tus cosas, regresarás solo para los exámenes, como quedan un par de meses para que termines la carrera estudias en casa, seguro que te irá mejor.
Tras un frío beso, los dos se separaron, nunca más se vio a Marcial Matamoros en Madrid.